En un episodio que podría haber terminado en tragedia, un hombre en situación de calle robó un colectivo de la empresa Fluviales en la Terminal de Ómnibus de Santa Fe y recorrió más de 31 kilómetros por distintos sectores de la ciudad. Pese a la gravedad del hecho y el peligro generado, el delincuente quedó en libertad.

Un robo inesperado y un recorrido caótico por Santa Fe
El hecho ocurrió en la madrugada del martes, alrededor de las 5:00 h, cuando el hombre encontró la unidad sin cerrar y con la llave puesta. La situación se produjo debido a que el vehículo estaba bajo custodia de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), que el día anterior había detectado irregularidades en la unidad.
Una vez al volante, el delincuente emprendió un peligroso trayecto por la ciudad. Comenzó su recorrido por avenida Alem, continuó por 27 de Febrero y tomó toda la Circunvalación Oeste hasta llegar a Teniente Loza, en el extremo norte de Santa Fe. Luego, se internó en los barrios San Agustín, Loyola y Cabal, donde finalmente perdió el control y chocó contra un vehículo estacionado en calle Santa Fe y pasaje David Peña.
El desenlace y la intervención policial
Tras el impacto, un vecino logró retener al conductor hasta la llegada de las autoridades policiales. A pesar de haber causado daños materiales en el trayecto, afortunadamente no se registraron personas heridas. Desde la empresa Fluviales calificaron el hecho como «un milagro», ya que el robo pudo haber derivado en una tragedia de dimensiones impensadas.
Lo llamativo del caso es que el hombre demostró habilidades para conducir el colectivo, lo que sugiere que tenía conocimiento previo sobre este tipo de vehículos. «No cualquiera sabe encender un colectivo, dejar que cargue aire y destrabar un vehículo automático», explicaron desde la empresa Fluviales.
El ladrón quedó en libertad pese a la gravedad del hecho
A pesar de haber protagonizado una situación de alto riesgo, el delincuente quedó en libertad poco después de su detención. Esto generó indignación entre los vecinos y la empresa de transporte, que consideró que el episodio ameritaba una sanción más severa.
Desde la Municipalidad de Santa Fe aclararon que el hombre no estaba registrado como cuidacoches en las inspecciones realizadas por la Guardia de Seguridad Institucional (GSI) ni en las cooperativas de trabajo locales, desestimando la teoría de que se tratara de un «trapito» conocido en la zona.
El insólito robo de un colectivo y el riesgoso recorrido de más de 31 kilómetros por Santa Fe dejan muchas interrogantes sobre la seguridad en la Terminal de Ómnibus y la responsabilidad en la custodia de los vehículos bajo supervisión. Mientras tanto, la comunidad sigue en alerta ante la posibilidad de que hechos similares puedan repetirse en el futuro.
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