El conflicto salarial de los trabajadores aceiteros del departamento San Lorenzo continúa escalando, y este jueves surgió la posibilidad concreta de un paro nacional. Con el vencimiento de la conciliación obligatoria en la empresa Vicentin y conflictos abiertos en otras compañías del sector, la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso (FTCIOD y ARA) advirtió sobre una «discusión paritaria muy difícil, más dura que las anteriores».
Los reclamos salariales y el conflicto en Explora
El secretario general de la Federación, Daniel Yofra, enfatizó la gravedad de la situación y la disposición de los trabajadores a defender sus derechos: «Estamos preparados para luchar». Entre los puntos de conflicto, la denuncia contra la empresa Explora destaca como uno de los más tensos. Según Yofra, esta compañía no sólo incumplió con los acuerdos alcanzados en diciembre, sino que además «militarizó la fábrica» en Puerto General San Martín.
En declaraciones a LT8, el dirigente gremial criticó los despidos y el retraso en el pago de la gratificación anual, mientras cuestionó duramente el despliegue de fuerzas de seguridad en la planta de biodiésel: «Es una empresa de 30 empleados que no tiene puerto. Los compañeros no estaban bloqueando absolutamente nada».
El comunicado de los gremios aceiteros
El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (Soea) del departamento San Lorenzo y la organización nacional acompañaron estos reclamos con un fuerte comunicado dirigido tanto a las empresas como a las autoridades. Allí advirtieron que, de persistir lo que calificaron como «medidas ilegales» de las compañías, podrían convocar a una huelga nacional.
En el documento, los gremios criticaron además lo que consideran una respuesta desproporcionada por parte del gobierno provincial y nacional. Las fuerzas de seguridad fueron comparadas con las de «diferentes dictaduras», afirmando que actuaban «como mercenarios al servicio de los poderosos».
¿Un paro nacional en puerta?
Con un escenario marcado por el vencimiento de la conciliación obligatoria y tensiones en aumento, los aceiteros buscan que sus reclamos sean escuchados en una paritaria que anticipan como particularmente desafiante. El posible llamado a una huelga nacional se presenta como una medida extrema, pero que podría materializarse si las empresas no acceden a dialogar y cumplir con los compromisos asumidos.
Este conflicto no sólo pone de manifiesto la lucha de los trabajadores aceiteros, sino que también expone las tensiones entre los gremios, las empresas y las autoridades, en un sector clave para la economía nacional.
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