Los patrones de consumo en Rosario están cambiando drásticamente en 2024. Según la Cámara de Supermercados de Rosario (Casar), el comportamiento del comprador promedio ha evolucionado notablemente en comparación con años anteriores. Las compras mensuales voluminosas, que solían ser una práctica común, están desapareciendo. Los consumidores ahora prefieren realizar adquisiciones más pequeñas y estratégicas, aprovechando al máximo promociones y descuentos bancarios.
La tendencia hacia presentaciones más pequeñas y compras inteligentes
Uno de los cambios más visibles es la tendencia hacia la compra de productos en presentaciones más pequeñas. Esta estrategia no solo permite a los consumidores reducir el impacto inmediato en su bolsillo, sino también manejar mejor la incertidumbre económica. Los supermercados han notado que la mayoría de las personas busca reducir el gasto inicial optando por versiones más económicas o alternativas que se ajusten a su presupuesto. Si bien esto puede parecer un ahorro a corto plazo, en realidad refleja una estrategia de supervivencia en tiempos de alta inflación y fluctuación de precios.
Aprovechar las promociones bancarias: la clave para optimizar la compra
Otro factor clave que ha ganado protagonismo es la creciente dependencia de las promociones bancarias y las ofertas específicas que los comercios ofrecen. A diferencia de años anteriores, donde la preocupación central era asegurar productos antes de futuros aumentos de precio, hoy el consumidor rosarino actúa con mayor cautela. “El consumidor apunta a detectar promociones y optimizar su compra”, señala Sergio Cassinerio, titular de la Casar. En este escenario, las tarjetas de crédito con descuentos especiales, los días con rebajas en supermercados y las promociones bancarias juegan un papel fundamental en el comportamiento de compra.
Menos compras mensuales, más control sobre el gasto
El cambio más significativo que destacan desde Casar es la disminución de las grandes compras mensuales. En 2023, la estrategia de muchas familias era comprar en volumen para protegerse de los constantes aumentos de precios. Este año, sin embargo, los consumidores están optando por un enfoque diferente, priorizando la compra más frecuente de productos en menores cantidades. Esta tendencia no solo refleja un esfuerzo por cuidar el poder adquisitivo, sino también una mayor adaptación a la volatilidad del mercado.
El impacto de la inflación y la inestabilidad económica
Es evidente que el trasfondo de estos cambios está directamente relacionado con la inflación y la inestabilidad económica que atraviesa el país. Los aumentos constantes en los precios de productos básicos, sumados a la falta de previsibilidad sobre futuros ajustes, han empujado a los rosarinos a replantear su forma de consumir. Esto ha generado una mayor sensibilidad hacia las variaciones de precios y una búsqueda constante de alternativas más asequibles.
La resiliencia del consumidor ante el contexto económico
En medio de este panorama, el consumidor rosarino ha mostrado una notable capacidad de adaptación. La combinación de compras más pequeñas, la búsqueda activa de promociones y la preferencia por alternativas más económicas demuestran que, a pesar de las dificultades, las familias siguen encontrando maneras de estirar su presupuesto sin sacrificar calidad de vida. Esta resiliencia es clave para entender la evolución del consumo en Rosario, y las empresas del sector deberán ajustarse a estas nuevas tendencias para mantenerse competitivas.
En resumen, el escenario económico actual ha obligado a los consumidores en Rosario a cambiar su enfoque en las compras. Con menos adquisiciones en masa y una mayor dependencia de ofertas y promociones, los rosarinos están redefiniendo su forma de consumir. Para los supermercados, la clave será adaptarse a estas nuevas demandas y ofrecer soluciones que respondan a un cliente más informado y cauteloso.
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