En lo que va del 2024, las rutas nacionales 11 y 34 han registrado un alarmante total de 60 muertes por siniestros viales. Este preocupante dato, proporcionado por el Observatorio de la Agencia Provincial de Seguridad Vial de Santa Fe, revela una crisis que combina el deterioro extremo de las calzadas y la alta densidad de tránsito. Estas rutas, fundamentales para la conectividad de la región, se han convertido en escenarios recurrentes de accidentes fatales debido a la falta de mantenimiento e inversiones adecuadas.
La ruta nacional 34: líder en siniestralidad
La ruta nacional 34, con cerca de 400 kilómetros de extensión en territorio santafesino, concentra el mayor índice de siniestralidad. Este tramo se caracteriza por baches, calzadas angostas y deformaciones en el asfalto que generan un riesgo constante. En lo que va del año, se han producido numerosos accidentes en horarios nocturnos, cuando la visibilidad es limitada, y en sectores donde la infraestructura es más precaria. En aproximadamente un 80% de los casos, los siniestros ocurren en el centro-norte de la provincia, una zona de alta transitabilidad que incluye camiones de gran porte como protagonistas frecuentes.
Sebastián Kelman, director de capacitaciones del Observatorio provincial, señaló que varios segmentos de la ruta 34 presentan condiciones extremadamente peligrosas. Entre ellos, el tramo de Sunchales al norte, hacia la intersección con la ruta nacional 19, figura como uno de los más críticos.
Ruta nacional 11: una calzada descuidada
Por su parte, la ruta nacional 11 también exhibe un panorama preocupante. Desde la ciudad de Santa Fe hacia el norte, los accidentes involucran mayoritariamente a motocicletas. Las autoridades destacan que, además del mal estado del asfalto, la alta densidad de tránsito y la falta de señalización adecuada contribuyen significativamente a los siniestros. Pasando la localidad de Reconquista, la situación es particularmente grave, con una concentración de accidentes que podría haberse evitado con inversiones oportunas.
Un historial de tragedias
Desde 2019, las rutas 11 y 34 han acumulado 335 víctimas fatales en siniestros viales. Solo en la ruta 11 se registraron 225 muertes en más de 1.000 accidentes, mientras que la ruta 34 contabilizó 110 fallecidos en el mismo periodo. Aunque la cantidad de accidentes ha disminuido en algunos años, el número de víctimas fatales y heridos graves se ha mantenido casi constante, lo que subraya la peligrosidad de estas rutas.
Las críticas a la gestión nacional
El mal estado de las rutas nacionales ha provocado un enfrentamiento entre el gobierno de Santa Fe y la Casa Rosada. El ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, destacó que la provincia ha proporcionado asfalto a la Nación para tapar baches en rutas como la 11, la 34 y la 168, pero no ha recibido respuesta efectiva. “Le pedimos que nos dé las rutas y no pedimos nada a cambio. Más no podemos hacer”, enfatizó.
Esta falta de respuesta ha generado reclamos públicos y ha reavivado el debate sobre la necesidad de transferir estas rutas a la jurisdicción provincial para garantizar su rehabilitación. Sin embargo, hasta el momento, no se han concretado avances significativos.
Factores que aumentan la siniestralidad
Además del mal estado de las calzadas, existen otros factores que contribuyen a la alta siniestralidad, como la densidad vehicular similar a la de autopistas urbanas y la falta de iluminación adecuada en tramos claves. Más del 60% de los accidentes ocurren en horarios nocturnos, lo que agrava las condiciones de peligro.
Comentar sobre esta publicación