La reforma de la Corte Suprema de Santa Fe está en el centro de la escena política. Omar Perotti, el exgobernador de Santa Fe, y el actual mandatario, Maximiliano Pullaro, se encuentran cada vez más cerca de un acuerdo que permitiría ampliar el máximo tribunal provincial a siete miembros. Pero, ¿es esta reforma realmente beneficiosa para el sistema judicial o es una estrategia para fortalecer el control político sobre la justicia?
¿Qué busca Perotti con una Corte Suprema de siete miembros?
Perotti, junto a su bloque Hacemos Santa Fe, impulsa una Corte de siete miembros con paridad de género, una posición que se alinea con la propuesta de Unidos para Cambiar Santa Fe, el frente de Pullaro. Al aprobarse esta estructura, el gobierno de Santa Fe podría expandir su influencia en la Corte, utilizando la designación de nuevos jueces como herramienta política. El hecho de que Perotti y Pullaro, dos figuras históricamente opuestas, confluyan en esta reforma resulta sospechoso y plantea dudas sobre las verdaderas intenciones de ambos.
Paridad de género y “control institucional”: una excusa conveniente
La propuesta del perottismo menciona la paridad de género como uno de sus pilares, buscando quizás dotar de legitimidad a una reforma que, en el fondo, responde a un interés político. La estrategia es clara: promover un discurso de modernización y equidad mientras se gana la simpatía de ciertos sectores progresistas. Sin embargo, el trasfondo de esta medida no es más que una herramienta de control que responde a una puja interna de poder y busca consolidar el dominio sobre el aparato judicial.
¿Un pacto de poder? Perotti y Pullaro detrás de una “justicia conveniente”
El posible acuerdo entre Perotti y Pullaro es más que una coincidencia ideológica: es una estrategia que podría otorgar a ambos líderes una influencia sin precedentes en la Corte Suprema provincial. La propuesta de Hacemos Santa Fe, que establece la reelección de jueces mayores de 75 años cada cinco años, es un ejemplo de cómo buscan manipular el poder judicial a su favor. Además, establecer un quórum de cinco miembros sobre siete para el dictado de sentencias otorga mayor control sobre las decisiones judiciales, lo cual beneficia a ambos bandos en futuras disputas legales.
El verdadero impacto: una Corte bajo el poder político
Si la reforma avanza, el impacto sobre la independencia judicial será profundo y alarmante. En lugar de fomentar una justicia transparente e imparcial, esta ampliación de la Corte Suprema abre la puerta a designaciones políticas y compromisos partidarios. Un sistema judicial bajo el dominio del poder político perjudica la credibilidad de la justicia y afecta directamente a los santafesinos, que verán cómo las decisiones judiciales se ven contaminadas por el interés político.
¿Un acuerdo para una reforma constitucional a medida?
Este acercamiento entre Perotti y Pullaro podría también allanar el camino para una futura reforma constitucional. Con la necesidad de una “ley de necesidad de reforma”, el consenso entre ambos actores se convierte en un factor determinante. Este supuesto interés en una nueva constitución provincial podría ser una excusa para perpetuar los intereses de ambos líderes y establecer un sistema institucional que les garantice un control duradero en la provincia.
La votación: el peronismo dividido y la sombra de un pacto
Este acuerdo inesperado entre Perotti y Pullaro amenaza con dividir aún más al peronismo en Santa Fe, con figuras como Marcelo Lewandowski y su diputado Miguel Rabbia impulsando una Corte de cinco miembros. La disputa dentro del peronismo refleja las tensiones que despierta una reforma que algunos ven como un avance autoritario y otros como una oportunidad de renovación. Sin embargo, la fragmentación en las filas del PJ solo beneficia a Pullaro y a Perotti, quienes quedan como los únicos capaces de imponer sus intereses en una Corte conformada a medida.
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