
Con el cierre de alianzas electorales de cara a las legislativas del 26 de octubre, el mapa político de Santa Fe comienza a definirse. Y aunque aún falta la presentación de listas el 17 de agosto, ya se pueden trazar algunas conclusiones. La más llamativa: el Partido Socialista terminó sellando su incorporación al frente «Provincias Unidas», liderado por el gobernador Maximiliano Pullaro y con fuerte presencia del PRO. Una jugada que confirma la urgencia del PS por mantener representación nacional, aún al costo de compartir boleta con fuerzas con las que tuvo serias diferencias.
Del rechazo al PRO a compartir fórmula
Durante semanas, el socialismo debatió su futuro electoral sin una posición clara. La junta provincial no logró consenso, y la conducción delegó la decisión en una mesa política que, finalmente, priorizó la supervivencia sobre la coherencia. Conscientes de que ir por fuera era apostar a quedar fuera del Congreso, los dirigentes Joaquín Blanco y Varinia Drisun negociaron el segundo lugar en la lista, que será ocupado por Pablo Farías, exministro de Gobierno de Miguel Lifschitz y actual presidente del bloque Unidos en la Cámara baja.
El primer lugar sería para la vicegobernadora Gisela Scaglia (PRO), y en tercer término irá una figura cercana a Pullaro, probablemente la diputada nacional Melina Giorgi. El armado se completa con un representante del partido Creo, de Pablo Javkin.
Para el PS, no importó el frente ni los socios: importó el cargo. Después de años de posicionamiento como oposición frontal al macrismo, el socialismo se alinea ahora con el PRO. Una jugada pragmática, pero que puede tener costos en su base tradicional.
El peronismo: una interna eterna que juega a perder
Del otro lado del tablero, el peronismo santafesino vuelve a exhibir su peor versión: una alianza de nombres, sellos y egos, reunidos esta vez bajo la marca Fuerza Patria. Un frente amplio en papeles, pero fragmentado en lo político. El debate central es el de siempre: quién encabeza, quién define, y para qué.
En este contexto, Agustín Rossi vuelve a insistir con su candidatura, apelando a su experiencia y trayectoria, pero arrastrando también el peso de múltiples derrotas. El «padre de las derrotas» —como se lo califica incluso dentro del PJ— vuelve a ser la opción que ciertos sectores impulsan con obstinación, desoyendo el reclamo de renovación que atraviesa a todo el electorado.
Otro nombre en danza es el de Eduardo Toniolli, que junto a Juan Monteverde representa una alternativa más fresca, con mas estructura detrás y luego de la victoria en la eleccion de convencionales provinciales , la alianza entre el EVITA y CIUDAD FUTURA , le cambiaron la cara al PJ y le dieron una importante victoria. En paralelo, sectores como La Cámpora, el Frente Renovador y dirigentes territoriales como Marcelo Lewandowski y Omar Perotti siguen midiendo fuerzas y tensando la cuerda, sin que haya una conducción clara.
«Eduardo se lo ganó y es la opciòn mas seria que tenemos hoy en el PJ», comentó a este medio un importante dirigente peronista en off .
El PJ vuelve a mostrar su peor cara: dispersión, pujas internas y falta de horizonte común. Mientras Milei consolida su núcleo duro y el oficialismo santafesino se muestra ordenado, el peronismo santafesino parece repetir el camino que lo llevó a sucesivas derrotas en la provincia.
Un escenario abierto, pero con tendencias claras
La oferta electoral se completa con La Libertad Avanza, que competirá con sello propio y sin aliados. La boleta la encabezaría Romina Diez, en lo que será una prueba de fuego para la libertaria, que ya se proyecta como posible candidata a gobernadora. A diferencia de 2023, esta vez no habrá apellido Milei en la boleta, lo que puede impactar en el rendimiento del espacio.
También competirán el Frente Amplio por la Soberanía, con Carlos del Frade a la cabeza, y el Frente de Izquierda, además del nuevo espacio agropecuario Sembrar Libertad, impulsado por Soledad Aramendi, presidenta de la Sociedad Rural de Rosario.
Santa Fe renovará 9 de sus 19 bancas en Diputados. Y si bien resta aún la confirmación de las listas, todo indica que el oficialismo llega con ventaja, el socialismo aseguró su lugar a cualquier costo, y el peronismo volverá a debatirse entre el personalismo y la oportunidad histórica de un recambio que, otra vez, parece estar lejos.
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