A partir de este jueves, los combustibles en todo el país experimentarán un nuevo incremento del 3% en promedio, una medida que llega en un contexto de caída de ventas y que se reflejará en las pizarras de las estaciones de servicio de Santa Fe. Este ajuste, que se suma a los constantes incrementos del año, pone aún más presión sobre los bolsillos de los consumidores, que ya enfrentan un encarecimiento significativo en el costo de vida.
Factores detrás del aumento
El incremento en los precios responde a dos factores principales: el traslado al precio final de la devaluación mensual del peso frente al dólar oficial, que representa un 2%, y una actualización del 1% en el impuesto a los combustibles líquidos. El Gobierno decidió aplicar sólo una pequeña suba en este tributo para evitar un mayor impacto en la economía doméstica, ya de por sí golpeada por la inflación.
Nuevos precios en Santa Fe
En la ciudad de Santa Fe, el ajuste llevará el precio de la nafta súper de YPF de $1.046 a $1.077 por litro, mientras que la nafta premium subirá de $1.256 a $1.293, acercándose peligrosamente a los $1.300 por litro. El gasoil, por su parte, pasará de $1.106 a $1.139 por litro. Estos valores reflejan un aumento continuo en los combustibles, que en lo que va del año ya han subido más del 126% en promedio, superando la tasa de inflación.
Caída en el consumo y cambio en los hábitos
El constante aumento de precios no sólo está afectando el bolsillo de los consumidores, sino también sus hábitos de consumo. En un escenario de recesión económica, cada vez más usuarios están abandonando las naftas premium, optando por la nafta súper para amortiguar el impacto financiero. Esta tendencia se refleja en una caída interanual del 10,1% en el consumo de nafta entre mayo y junio, evidenciando cómo la crisis económica está alterando el mercado de combustibles.
Perspectivas y preocupación
El nuevo ajuste llega en un momento de alta sensibilidad económica, donde los constantes incrementos en los precios de los combustibles se suman a una lista de desafíos para los consumidores y las pequeñas y medianas empresas que dependen del transporte. Con la inflación en alza y el poder adquisitivo en declive, las perspectivas para los próximos meses no parecen prometedoras, y el temor a nuevos aumentos persiste en el horizonte.
Mientras tanto, los conductores santafesinos deberán enfrentar estos nuevos precios en las estaciones de servicio, ajustando aún más sus gastos en un contexto que no deja de complicarse.
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