La reciente destitución del senador Edgardo Kueider por parte del Senado argentino generó una serie de controversias políticas, destacando las críticas del presidente Javier Milei hacia la vicepresidenta Victoria Villarruel. Milei calificó de «inválida» la sesión legislativa en la que se decidió la remoción del senador entrerriano, señalando una violación a la división de poderes durante su ausencia en el país.
Milei cuestiona la validez de la sesión legislativa
El mandatario argentino, de visita en Italia para un encuentro con la primera ministra Giorgia Meloni, argumentó que durante su ausencia, la vicepresidenta debería haber asumido las funciones del Poder Ejecutivo, impidiendo que ocupara simultáneamente su rol en el Senado. Según Milei, esta dualidad de funciones «violenta la división de poderes», una base fundamental del sistema republicano.
Además, Milei aseguró que Villarruel fue debidamente notificada de su viaje a través de la Escribanía General de la Nación con 48 horas de antelación. Según declaró, incluso el día de la partida, el escribano insistió en informar a la vicepresidenta y su equipo sobre la situación.
Las razones detrás de la destitución de Edgardo Kueider
La remoción del senador Kueider se produjo luego de que fuera detenido en Paraguay por intentar ingresar con 200.000 dólares sin justificación, un hecho que se suma a un pedido de captura en Argentina por presunto enriquecimiento ilícito. Con 60 votos afirmativos, seis negativos y una abstención, el Senado decidió apartarlo del cargo en una sesión impulsada por el interbloque peronista liderado por José Mayans.
El resultado de la votación permitirá que Stefanía Cora, militante de La Cámpora de Entre Ríos, ocupe el lugar de Kueider en el Senado, consolidando una banca más para el bloque de Unión por la Patria.
Las tensiones entre Milei y Villarruel
El episodio refleja una creciente tensión entre el presidente y la vicepresidenta. Mientras Milei insiste en que la sesión fue improcedente, la decisión del Senado fortalece al bloque peronista en un contexto político marcado por divisiones internas y acusaciones cruzadas.
Este caso no solo pone en evidencia las fisuras dentro del oficialismo, sino que también abre un debate sobre los límites y responsabilidades de los distintos poderes del Estado. En un sistema republicano, las fronteras entre el Ejecutivo y el Legislativo son clave para garantizar la transparencia y la gobernabilidad.
Comentar sobre esta publicación