Gendarmería allana la cárcel de Las Flores y encuentra más droga y armas blancas

Los controles en la cárcel de Las Flores dejaron al descubierto un nuevo escándalo: el ingreso y almacenamiento de droga, celulares y armas blancas dentro del penal. Gendarmería Nacional Argentina llevó adelante allanamientos en distintos pabellones, evidenciando el nivel de descontrol y la falta de seguridad en la unidad penitenciaria.

Nuevos hallazgos: marihuana y celulares en el pabellón 6°

Durante los procedimientos, los oficiales encontraron cuatro pedazos rectangulares de marihuana con un peso total de 733,80 gramos. El hallazgo se produjo en el pabellón 6°, el mismo sector donde la semana pasada se incautaron 15 ladrillos de marihuana, 27 teléfonos celulares y cinco chips de telefonía. La cantidad de dispositivos móviles en manos de los internos refuerza la sospecha de que se estarían organizando delitos desde el interior de la cárcel.

Armas blancas y plantaciones de marihuana en el pabellón 1°

La situación se tornó aún más alarmante en el pabellón 1°, donde los efectivos de Gendarmería encontraron 240 armas blancas de fabricación casera, conocidas como «chuzas». Además, se detectaron cinco plantines de marihuana y tres teléfonos celulares, lo que indica que el cultivo de droga ya se realiza dentro del penal. Esta revelación profundiza las sospechas sobre la posible complicidad de agentes penitenciarios en el ingreso de elementos prohibidos.

Investigación en curso y medidas judiciales

Todos los elementos incautados fueron informados a la Justicia Federal. El caso está en manos del fiscal Gustavo Theler y del juez subrogante Carlos Villafuerte Ruzzo, quienes buscan determinar cómo ingresaron estos elementos a la cárcel y quiénes son los responsables.

La cárcel de Las Flores vuelve a estar en el ojo de la tormenta, con un creciente descontrol que pone en riesgo la seguridad dentro y fuera del penal. La presencia de droga, armas y celulares revela un grave problema de corrupción y fallas en el sistema penitenciario, lo que genera interrogantes sobre la efectividad de los controles y la complicidad interna.