El ministro de Economía, Luis Caputo, realizó una advertencia contundente: cerrar las sucursales del Banco Nación en aquellos municipios que aumenten las tasas municipales de manera injustificada. Esta medida fue anunciada como parte de una orden directa del presidente Javier Milei, que busca frenar lo que consideran una sobrecarga tributaria para los ciudadanos.
¿Por qué el Gobierno planea cerrar sucursales del Banco Nación?
La advertencia de Caputo surgió a raíz del reciente cierre de nueve sucursales del Banco Nación en la provincia de La Pampa. Este cierre fue una respuesta al incremento de la alícuota del impuesto a los Ingresos Brutos decidido por el gobernador peronista Sergio Ziliotto. La medida tomada por el gobierno pampeano buscaba aumentar recursos para el fondo provincial destinado a la atención de grupos vulnerables, una acción que afectó directamente a los bancos y otras entidades financieras.
Caputo fue enfático al declarar que el presidente Milei le solicitó tomar esta medida para evitar que los municipios sigan aplicando subas que considera abusivas. Según el ministro, estas subas de tasas esconden, en muchos casos, la prestación de servicios nacionales que los municipios no deberían cargar a sus vecinos.
Impacto en las comunidades locales
El cierre de las sucursales del Banco Nación no solo afecta a los municipios, sino también a los trabajadores y las economías locales. En La Pampa, el cierre de nueve de las 14 sucursales del banco implicó la reubicación de aproximadamente 80 trabajadores. Aunque el gobierno local intentó frenar el impacto exceptuando al Banco Nación de la suba del impuesto, la decisión ya estaba tomada.
Ziliotto, en respuesta, anunció que el Banco de La Pampa absorbería la suba del Impuesto a los Ingresos Brutos, que había pasado de un 7,5% a un 15,47%, afectando principalmente a los bancos. Con esto, el gobierno pampeano buscaba mitigar el impacto en los sectores productivos y en los trabajadores locales.
La estrategia del Gobierno Nacional
Caputo argumentó que la administración actual está enfocada en cumplir con el mandato que el pueblo argentino votó, es decir, implementar un cambio radical en la gestión política y económica del país. Según el ministro, «el esfuerzo para sacar al país adelante debe ser compartido por todos», y criticó a aquellos políticos que, a su juicio, siguen defendiendo un modelo de «privilegios para pocos y pobreza para muchos», vigente en las últimas dos décadas.
Con esta medida, el Gobierno busca enviar un mensaje claro a los municipios que, en su opinión, imponen cargas fiscales desproporcionadas a los ciudadanos y empresas. Según Caputo, la acción de subir impuestos sin justificación adecuada solo perpetúa las dificultades económicas que la nueva administración intenta superar.
La respuesta política y el futuro del Banco Nación
El conflicto no termina aquí. La advertencia de Caputo abre un escenario en el que otros municipios que planean aumentar las tasas municipales podrían enfrentarse al mismo destino que La Pampa. Si bien algunos gobiernos locales, como el de Ziliotto, intentan encontrar soluciones alternativas para sostener los ingresos provinciales, el cierre de sucursales del Banco Nación no solo afecta el acceso a servicios financieros, sino que también representa un símbolo del enfrentamiento entre el Gobierno Nacional y los poderes locales.
El traslado de la Gerencia del Banco Nación a la provincia de San Luis fue un claro indicio de que el Gobierno no tiene intenciones de dar marcha atrás en esta medida. En un contexto de ajustes económicos y de un esfuerzo por cumplir con los lineamientos de una política más austera, las decisiones tomadas por el equipo de Caputo y Milei generan debate, tanto a nivel político como en las comunidades locales afectadas.
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