En los últimos días, la Laguna Setúbal, ubicada en la ciudad de Santa Fe, ha sido el escenario de un alarmante aumento en los ataques de palometas. En tan solo cinco horas, 33 personas resultaron heridas, lo que generó gran preocupación entre los habitantes y visitantes. Este fenómeno, lejos de ser aislado, tiene causas específicas relacionadas con las condiciones ambientales de la región. Luis Alberto Espínola, investigador del Conicet, explicó cuáles son los factores detrás de este comportamiento y cómo puedes protegerte de estos peces agresivos.
Bajante del río Paraná y altas temperaturas: los principales factores
La prolongada bajante del río Paraná, que conecta directamente con la Laguna Setúbal, es uno de los factores clave en el aumento de los ataques de palometas. Según Espínola, los niveles hidrométricos de la región no han vuelto a la normalidad desde los años 2016-2018, lo que ha reducido significativamente el hábitat natural de estos peces. Este fenómeno, combinado con las altas temperaturas que se registran en la región, crea un ambiente propicio para que las palometas se vuelvan más agresivas.
Tres especies en particular, conocidas como Serrasalmus maculatus, S. marginatus y Pygocentrus nattereri, son las responsables de estos ataques. Estas especies se encuentran en una etapa reproductiva durante esta temporada, lo que las lleva a adoptar comportamientos defensivos para proteger sus crías.
¿Por qué atacan las palometas?
El comportamiento agresivo de las palometas está vinculado a varios factores:
- Defensa de sus crías: Durante el período reproductivo, estas especies colocan sus huevos en vegetación sumergida, lo que las lleva a proteger su territorio de manera activa. Cualquier movimiento en el agua puede interpretarse como una amenaza.
- Falta de alimento: La bajante del río reduce la disponibilidad de presas, generando competencia por recursos. Esto las lleva a atacar con mayor frecuencia.
- Altas temperaturas: Las condiciones climáticas extremas incrementan su actividad metabólica, haciéndolas más agresivas y móviles.
En cuanto a su dieta, estas especies son piscívoras, alimentándose principalmente de peces más pequeños. Sin embargo, en ocasiones recurren a recursos alternativos, como las escamas de otros peces, lo que refleja la escasez de alimento en su entorno.
Recomendaciones para prevenir ataques de palometas
Si planeas visitar la Laguna Setúbal, es fundamental tomar medidas preventivas para evitar ser víctima de un ataque de palometas. Aquí tienes algunas recomendaciones clave:
- Evita movimientos bruscos en el agua: Estos pueden ser interpretados como una amenaza y desencadenar un ataque.
- No ingreses con heridas abiertas: Las palometas tienen un olfato agudo y pueden ser atraídas por la sangre.
- Sigue las indicaciones de los guardavidas: Respetar las zonas señalizadas y nadar en grupo reduce el riesgo de ataques.
- No arrojes restos de comida al agua: Esto puede atraer a las palometas y aumentar la posibilidad de incidentes.
Un fenómeno que exige precaución y conciencia
Los ataques de palometas en la Laguna Setúbal son un fenómeno que refleja los impactos de las condiciones ambientales sobre los ecosistemas acuáticos. La combinación de la bajante del río Paraná, las altas temperaturas y los ciclos reproductivos de estas especies intensifican su comportamiento agresivo, representando un riesgo para quienes disfrutan de las aguas de la región.
Si visitas la laguna, toma las precauciones necesarias y mantente informado sobre las recomendaciones de las autoridades locales. Con medidas preventivas y conciencia, puedes disfrutar de este espacio natural sin ponerte en riesgo.
Comentar sobre esta publicación