En el marco del 11° Encuentro Nacional de Salud, Cristina Fernández de Kirchner, presidenta del Partido Justicialista (PJ), ofreció un discurso contundente desde Rosario. Sus palabras marcaron una oposición tajante al modelo libertario implementado por el gobierno de Javier Milei, al que calificó de ineficaz para promover el bienestar social y el desarrollo económico. Durante el evento, la exmandataria planteó la necesidad de reconstruir un Estado eficiente, cercano y comprometido con las necesidades de la ciudadanía.
El Estado que propone CFK: Eficiencia y cercanía
Cristina Fernández reconoció que el Estado argentino tiene falencias estructurales, pero aseguró que es fundamental reconstruirlo desde una perspectiva de mayor eficiencia y sensibilidad social. Según ella, no se trata de defender un modelo estatal idealizado, sino de construir uno que funcione y esté al servicio de las necesidades populares. En este sentido, enfatizó: «El Estado no puede ser un ente estático; debe salir de los ministerios y estar cerca de la gente, mostrando compromiso y eficiencia.»
Estas palabras representan una respuesta directa a las políticas de desmantelamiento impulsadas por el gobierno de Milei, que, según Fernández, buscan debilitar las áreas sociales del Estado mientras favorecen a sectores privados específicos.
La salud pública como bastión de resiliencia
En su intervención, Fernández destacó el papel fundamental que desempeñó la salud pública durante la pandemia de COVID-19. Argumentó que mientras los sistemas privados colapsaban, los hospitales públicos demostraron su capacidad para enfrentar la crisis sanitaria. Aprovechó esta reflexión para criticar el respaldo que las empresas de medicina prepaga brindan al gobierno actual, a pesar de las políticas desreguladoras que promueven el deterioro del sistema público.
Con firmeza, planteó: «Que no nos engañen. Durante la pandemia quedó claro que el sistema privado no daba abasto, mientras el público atendía a los más vulnerables. La salud no es solo un tema económico; es un hecho político y social que debe ser garantizado por el Estado.»
Críticas a las desregulaciones y al modelo económico de Milei
Cristina Fernández también fue enfática al criticar las políticas económicas del presidente Javier Milei, especialmente su apuesta por la desregulación. Señaló que estas medidas benefician a unos pocos poderosos mientras aumentan la precariedad para las mayorías. Refiriéndose a la falta de acceso a medicamentos económicos, lanzó un desafío al mandatario: «Si sos tan guapo, desregulá los medicamentos para que podamos tener genéricos más accesibles. A ver si te animás.»
La exmandataria insistió en que las políticas actuales destruyen el consumo, un componente esencial del capitalismo. Afirmó que el modelo libertario no puede ser considerado capitalismo, ya que excluye a gran parte de la población del mercado al empobrecerla. «El capitalismo necesita consumidores. ¿Qué clase de capitalismo es este, donde cada vez hay menos gente que puede comprar?», reflexionó.
Un llamado a la unidad opositora
Además de sus críticas al modelo libertario, Fernández hizo un llamado a la construcción de un espacio opositor amplio y diverso. Propuso incluir a militantes de fuera de los partidos políticos tradicionales, destacando la importancia de sumar voces desde las bases sociales, como clubes, iglesias y barrios.
Este planteo resalta la intención de CFK de articular una oposición sólida y plural frente a las políticas del actual gobierno, buscando representar los intereses de todos los sectores perjudicados por las medidas neoliberales.
Reflexiones finales: El Estado como garante de derechos
Cristina Fernández cerró su discurso recordando el legado del peronismo en la construcción de un país más justo y solidario. Citando a Ramón Carrillo, primer ministro de Salud de la Nación, destacó que la salud no es solo un tema técnico, sino una cuestión política que requiere un modelo de país inclusivo.
Con este mensaje, CFK reafirmó su compromiso con un modelo de Estado que priorice la equidad social y la protección de los derechos fundamentales, en contraste con las políticas actuales que, según ella, profundizan la desigualdad y debilitan la capacidad del país para crecer de manera sostenible.
Su intervención en Rosario no solo fue un análisis crítico del presente, sino también una propuesta para reconstruir un futuro más justo, eficiente y cercano a las necesidades de todos los argentinos.
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