El debate sobre el financiamiento universitario se encuentra en un punto crítico, con el oficialismo buscando asegurar el respaldo necesario para mantener el veto presidencial y el PRO en una posición clave. Este escenario político está marcado por tensiones, negociaciones y una dinámica parlamentaria que podría inclinar la balanza en cualquier dirección.
El rol clave del PRO en el financiamiento universitario
El PRO, tradicionalmente en la oposición, ha dado señales de que podría apoyar la propuesta del Gobierno en la próxima sesión de la Cámara de Diputados. Este respaldo se debe a una estrategia política que busca preservar la unidad del bloque y evitar fricciones internas, pero también a un acuerdo tácito en torno al veto presidencial. Sin embargo, la situación es compleja, ya que el PRO enfrenta divisiones internas y posibles ausencias que podrían debilitar el apoyo a la ley de Financiamiento Universitario.
En este contexto, la postura del PRO se vuelve crucial. Aunque se espera que la mayor parte del bloque vote en sintonía con el Gobierno, las ausencias podrían jugar un papel determinante. En sesiones anteriores, varios diputados del PRO se ausentaron, lo que dejó al bloque en una posición más débil. Esta vez, la cantidad de ausencias será clave para determinar el resultado.
Los actores clave dentro del PRO
Algunos diputados del PRO ya han anunciado su voto a favor de la ley. Álvaro González, quien se había ausentado en la sesión del 15 de agosto, confirmó que esta vez estará presente y apoyará el veto presidencial. Sabrina Ajmechet, conocida por su sólida formación en universidades públicas como la UBA y UNSAM, es otro voto clave dentro del bloque amarillo. Sin embargo, la ausencia de otros legisladores, como Héctor Baldassi y Emmanuel Bianchetti, podría afectar la votación final.
El oficialismo, liderado por el jefe de bloque Germán Martínez, está trabajando intensamente para asegurar la mayor cantidad de votos posibles. En sesiones anteriores, las ausencias dentro del propio oficialismo complicaron los planes del Gobierno, pero esta vez se espera una mayor disciplina dentro del bloque de Unión por la Patria. Martínez está dispuesto a pasar lista de manera estricta y garantizar la presencia de sus 99 diputados en el recinto.
La postura del radicalismo y sus divisiones internas
Más allá del PRO, el radicalismo también juega un papel importante en este debate. El bloque de la UCR está dividido, con algunos diputados que se inclinan a votar junto al oficialismo, mientras que otros se mantienen firmes en su postura de oposición. Luis Picat y Mariano Campero, dos figuras claves dentro de la UCR, se ausentaron en la votación anterior, y aún no han definido si mantendrán esta posición o votarán a favor del veto presidencial.
Otros diputados radicales, como Martín Arjol y Pablo Cervi, votaron previamente a favor de las universidades nacionales, pero podrían cambiar su postura en esta ocasión. El costo político de «panquequear», es decir, cambiar de opinión, podría ser elevado, especialmente en un tema tan sensible como el financiamiento universitario. José Federico Tournier, otro de los radicales «violetas», tampoco ha definido su voto, lo que agrega más incertidumbre al panorama.
Votos en duda y el papel de los aliados
El apoyo de los aliados también será crucial para el oficialismo. Sin embargo, algunos de estos votos están en duda. La diputada liberal Lourdes Arrieta, quien fue recientemente expulsada del bloque de La Libertad Avanza, insinuó que podría abstenerse en la votación. Aunque su voto no es decisivo por sí solo, su abstención podría enviar una señal política importante.
Otro aliado que no estará presente es Oscar Zago, del MID, quien tiene un viaje programado que no ha podido reprogramar. Esta ausencia complica aún más la situación para el oficialismo, que necesita cada voto disponible para asegurar la mayoría necesaria.
Otros votos en duda incluyen a Nancy Picón Martínez y María de los Ángeles Moreno, ambas del bloque Producción y Trabajo. Estas diputadas habían votado junto a Milei en la sesión anterior, pero su ausencia en la votación sobre financiamiento universitario crea una gran incógnita sobre cómo se alinearán en esta ocasión. La tucumana Gladys Medina, otra de las «heroínas» para Milei, también estuvo ausente en la sesión anterior, lo que aumenta la incertidumbre.
Un desenlace incierto
El futuro del financiamiento universitario en Argentina se decidirá en una votación que promete ser extremadamente ajustada. El apoyo del PRO, aunque crucial, no es suficiente por sí solo, y el oficialismo deberá movilizar todos sus recursos políticos para asegurar los votos necesarios. La clave estará en las ausencias y en los diputados indecisos que podrían inclinar la balanza en cualquier dirección.
El desenlace de esta sesión no solo determinará el futuro del financiamiento universitario, sino que también será un indicador del equilibrio de poder en el Congreso y de cómo se posicionan los distintos bloques políticos frente a temas cruciales para el país.
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