El próximo miércoles 7 de agosto, las escuelas públicas de la provincia de Santa Fe se verán afectadas por un paro docente convocado por Amsafé. La decisión fue anunciada este viernes tras la asamblea provincial en la que, por una abrumadora mayoría, los maestros votaron en contra de la propuesta salarial presentada por el gobierno de Pullaro.
Con más de 19.000 votos en contra de un total de 23.800, los docentes rechazaron la oferta que proponía un aumento salarial trimestral del 9,95%. Este incremento se desglosaba en un 4,5% en julio, un 3% en agosto y un 2,45% en septiembre, un planteo que evidentemente no convenció al cuerpo docente. En contraste, los gremios estatales ATE y UPCN aceptaron la misma oferta por un margen estrecho.
Rodrigo Alonso, titular de Amsafé, expresó que el rechazo contundente se debe a que la propuesta «no cubre las expectativas que tenemos los trabajadores y las trabajadoras». Alonso subrayó que se esperaba una oferta que comenzara «un camino de recuperación del poder adquisitivo del salario» y abordara la deuda del 22,4% correspondiente a enero.
El gobierno de Pullaro, en una respuesta que refleja la falta de empatía y comprensión de la realidad docente, anunció que procederá al descuento del día a aquellos que adhieran al paro. La amenaza de descuento, según Alonso, es una clara muestra de la estrategia del gobierno para disuadir la legítima protesta de los maestros. Desde Educación provincial se confirmó que, como en paritarias anteriores, el descuento por el día de paro ya está estipulado y no es objeto de negociación.
El ministro de Educación, José Goity, fue tajante al respecto: «Eso no está en discusión, inclusive figura en el acta paritaria». Goity agregó que mientras el gobierno respeta el derecho constitucional al reclamo, el descuento no es negociable. Esta postura intransigente subraya la falta de disposición del gobierno de Pullaro para buscar soluciones que beneficien tanto a los docentes como al sistema educativo.
Es evidente que la gestión de Pullaro no solo ignora las necesidades de los docentes, sino que también emplea tácticas punitivas para sofocar la protesta. Esta situación no solo perjudica a los maestros, sino que también afecta a miles de estudiantes y sus familias, quienes son los verdaderos rehenes de una política educativa insensible , autoritaria y que sigue hambreando a los y las docentes.
Comentar sobre esta publicación