En un nuevo y preocupante capítulo , los santafesinos se enfrentan a un desmesurado aumento del 78% en los peajes de la autopista Rosario-Santa Fe. Esta medida, que comenzará a regir a partir de este sábado, representa un fuerte impacto para miles de trabajadores y transportistas que utilizan esta vía diariamente.
El ajuste tarifario llega en un momento de extrema sensibilidad económica, donde la inflación galopante y los bajos salarios afectan gravemente el poder adquisitivo de los ciudadanos. El gobierno provincial, lejos de mostrar empatía o buscar alternativas, opta por descargar sobre los usuarios de la autopista un costo que, según argumentan, es necesario para «mantener la infraestructura». Sin embargo, esta justificación no parece calar en una sociedad que ya está agobiada por los constantes incrementos de precios en todos los frentes.
Detalle de los nuevos valores de peaje
Los nuevos valores de los peajes para la autopista Rosario-Santa Fe se dividen en categorías según el tipo de vehículo y el método de pago (manual o con TelePASE). A continuación, se detalla la tabla de precios actualizada:
| Vehículo | Troncal Manual | Troncal TelePASE | Acceso Manual | Acceso TelePASE | Complemento Manual | Complemento TelePASE | Recorrido Total Manual | Recorrido Total TelePASE |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Auto y Motos | $1.600 | $1.120 | $500 | $350 | $1.100 | $770 | $3.200 | $2.240 |
| Camioneta hasta 2 ejes | $3.200 | $2.240 | $1.200 | $840 | $2.000 | $1.400 | $6.400 | $4.480 |
| Camión hasta 2 ejes | $3.200 | $2.240 | $1.200 | $840 | $2.000 | $1.400 | $6.400 | $4.480 |
| Camión de 3 y 4 ejes | $4.800 | $3.360 | $1.800 | $1.260 | $3.000 | $2.100 | $9.600 | $6.720 |
| Camión de 5 y 6 ejes | $4.800 | $3.360 | $2.500 | $1.750 | $3.900 | $2.730 | $11.200 | $7.840 |
| Camión de más de 6 ejes | $8.000 | $5.600 | $3.000 | $2.100 | $5.000 | $3.500 | $16.000 | $11.200 |
Este incremento desproporcionado en los peajes no solo afecta a los conductores que utilizan la autopista Rosario-Santa Fe, sino que también refleja un patrón de gestión que parece estar más alineado con intereses económicos que con el bienestar de la población. Con un transporte cada vez más caro y una infraestructura que sigue mostrando deficiencias, la pregunta que surge es: ¿en qué se está invirtiendo realmente el dinero recaudado?
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