En la recta final del mes de julio, el Banco Central se enfrenta a un panorama económico preocupante. Hasta ahora, ha registrado un saldo vendedor de USD 100 millones debido a sus intervenciones en el mercado cambiario, y todo indica que finalizará el mes con un balance negativo, sumando ventas netas por USD 47 millones en junio.
Las reservas internacionales también han disminuido significativamente, perdiendo USD 140 millones en un solo día y situándose en USD 26.992 millones, un nivel no visto desde febrero. Este deterioro evidencia la fragilidad de la economía nacional y la ineficacia de las políticas implementadas para estabilizar las reservas.
El volumen de operaciones en el segmento mayorista alcanzó los USD 460 millones, de los cuales el Banco Central tuvo que vender USD 64 millones, el 13,9% del total. Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio, destacó que este es el volumen más alto desde el 18 de junio, subrayando la creciente demanda de importadores.
Desde la asunción del gobierno de Javier Milei el 11 de diciembre, el Banco Central ha acumulado compras netas por USD 17.139 millones, y las reservas internacionales han mejorado en USD 5.783 millones, un incremento del 27,3%. Sin embargo, informes recientes indican que el nivel de reservas netas es alarmantemente bajo. Al considerar los pasivos, como el “swap” de monedas con el Banco Popular de China y otros compromisos, el resultado neto es negativo en USD 5.289 millones.
La venta oficial de USD 64 millones en el segmento de contado implicó una esterilización de $59.680 millones, y desde el 15 de julio, el Banco Central ha esterilizado $304.799 millones. Este enfoque de “emisión cero” busca contener la inflación, pero la persistente disminución de reservas genera incertidumbre en el mercado.
Economistas como Juan Manuel Franco y Gustavo Ber advierten sobre la necesidad de una política cambiaria más clara y la urgencia de atraer inversiones para revertir la tendencia negativa. La falta de dólares ha obligado al Gobierno a modificar su estrategia a mitad de camino, generando una expectativa incierta sobre la llegada de nuevos fondos.
En resumen, el Banco Central se encuentra en una posición crítica, con reservas disminuyendo y un mercado expectante ante posibles cambios en la política cambiaria. La falta de dólares y la persistente demanda de importadores complican aún más la situación, poniendo en duda la efectividad de las medidas adoptadas por el gobierno.
Comentar sobre esta publicación